Gobernar es C O O R D I N A R
El egocentrismo no superado de mucha gente les hace creer que gobernar es reinar. O, mejor: darse el gustazo de ser rey, de tener facultad para hacer lo que se le da la gana, sin tener que rendir cuentas, ni tener que informar a nadie;, y, además, gozar de la adulación circundante, que amortigua como una capa espesa de miel, todos los ruidos y quejumbrosidades de los sometidos.
Pero, a poco que se piense, se verá que hoy -sigloXXI-, cuando todo el mundo habla de "democracia", de "res publica", y está convencido de que le cabe alguna participación en la conducción de las instituciones comunes, porque ha visto cómo se paga la improvisación fraudulenta en la administración de los bienes públicos, se impone ajustar un poco el concepto.
El gobierno (comunitario, provincial o nacional) está llamado a hacer todo lo que, individualmente, ningún ciudadano podría hacer por sí mismo. Pero -adviértase- que si bien no puede hacerlo, está obligado a pagar con sus esfuerzos cotidianos y permanentes.
Luego, quien gobierna es un coordinador obligado de las contribuciones -de toda índole- que realizan los ciudadanos.
Y, por tanto, debe reunir las condiciones que corresponden a un coordinador. Ya no es más el niñito o adolescente mimado que pega cuatro gritos si está de mal talante o alguien lo contradice. Ahora, como el director de una orquesta (con millones de músicos), es el encargado de armonizar la andanada de dedicaciones particulares diversas, para que todas ayuden a consolidar el bien común.
Si este símil se ve claro, automáticamente también se podrán comprender muchos conceptos que hacen a la vida en común, y que hoy parecemos no percibir con nitidez.
¿Hay ciudadanos sin trabajo? ¿Falta energía? ¿El miedo prevalece sobre la confianza mutua? ¿Los bienes públicos (riquezas minera y forestal, por ejemplo) son saqueados por invasores internacionales? ¿La salud de la gente se deteriora por la contaminación? ¿Hay desnutrición infaltil?, ¿gente bajo la línea de pobreza? ¿El narcotráfico (asesino despiadado) prospera con toda facilidad?, etc., etc. ¿DÓNDE ESTÁN LOS COORDINADORES? ¿QUIÉNES ORGANIZAN Y CONDUCEN LAS ACCIONES CONJUNTAS CONTRA EL DELITO? ¿QUIÉNES ASEGURAN QUE NO FALTE TRABAJO?
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1 comentario:
Tal cual. En realidad, gobernar un país debería ser un acto de autosacrificio por el bien común, y no, como ha devenido, un triunfo personal (ni qué decir una manera de enriquecerse ilegalmente).
Beso!
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